quarta-feira, 17 de novembro de 2010

Rosa Mota | retrospectiva da carreira na RW espanhola


É sempre bom saber que os outros também apreciam os nossos campeões :-)

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MITOS DEL ATLETISMO
Rosa Mota, el talento luso de las grandes ocasiones


La oficialización del maratón femenino en los primeros años 80 posibilitó grandes duelos entre las mejores especialistas de la década: Grete Waitz, Joan Benoit e Ingrid Kristiansen, tuvieron una temible competidora en la portuguesa Rosa Mota, la primera campeona europea.

Grete Waitz, 1ª campeona mundial, Joan Benoit, 1ª campeona olímpica, e Ingrid Kristiansen, la plusmarquista mundial, tuvieron una temible competidora en la portuguesa Rosa Mota, la 1ª campeona europea y una atleta especial. Pese a no disfrutar jamás de la posesión de un récord del mundo, Mota se distinguió por no fallar casi nunca en las grandes citas, amén de enganchar una ristra incontestable de triunfos que en apenas 3 años la convirtió en campeona europea, mundial y olímpica. Rosa Mota (Foz do Douro, 1958) fue junto con la noruega Waitz la mejor especialista de la época y tal vez la mejor competidora.

1982:
Año de los Europeos de Atenas, Mota, una pluma de 1,57 m y 45 kg, participó en el 1º maratón de la historia en campeonato oficial alguno. La dificultad extra estribaba en que se trataba también del 1º maratón de su vida. Hasta entonces, Mota era relativamente conocida en Portugal como corredora de largas distancias, pero su rendimiento en un maratón era una incógnita. En 1981 se había apuntado la victoria en la San Silvestre de Sao Paulo y hasta entonces participaba sobre todo en carreras de campo a través de la mano de su primer y único entrenador de toda su carrera, Pedro Pedrosa. Aún así, la portuguesa se impuso en la capital griega a la noruega Ingrid Kristiansen, la gran favorita, y conquistó la medalla de oro en 2:36:04. La italiana Fogli fue 2ª (2:36:29) y la citada Kristiansen, 3ª (2:36:39).

1983:
Mota gana también su 2º maratón en Rotterdam (2:32:27), pero cede ante Grete Waitz en el Mundial de Helsinki (entró 4ª). 2 meses después gana el Maratón de Chicago con mejor marca personal (2:31:12).

1984:
El 5 de agosto, fecha en que se disputa en Los Angeles el primer maratón femenino olímpico de la historia, Mota obtiene una valiosa medalla de bronce (2:26:57, nueva plusmarca personal) bajo unas infernales condiciones de humedad en una prueba en la que la arriesgadísima estrategia de Benoit (se escapó desde el principio y ganó en 2:24:52) dejó a Waitz sin la gloria olímpica (2:26:18). 2 meses después, revalida triunfo en Chicago. Es decir, en un par de años, partiendo de la nada y en sólo 5 maratones, Mota es campeona de Europa, bronce olímpico y vencedora en Chicago y Rotterdam. La efectividad empieza a ser su tarjeta de visita…

1985:
El único maratón que Mota disputó en 1985 fue el de Chicago. No pudo conseguir su 3º triunfo consecutivo, pues la campeona olímpica Joan Benoit y la noruega Kristiansen entraron respectivamente 1ª y 2ª, relegándola al 3º puesto. Paradójicamente, Mota marcó en esta carrera el mejor tiempo de su vida: 2:23:29. El crono de Benoit fueron unas increíbles 2:21:21.

1986:
La portuguesa acude decidida a Stuttgart para renovar su cetro continental, cosa que logra con maestría; a los 10 km se pone en cabeza para, paulatinamente, ir alargando la diferencia hasta el final: oro con 2:28:38 y más de
4 minutos sobre la 2ª clasificada (Laura Fogli, 2:32:52) y casi 6 sobre la 3ª (la soviética Ekaterina Jramamenko, 2:34:18). Y a finales de año, logra su 6º triunfo consecutivo en la San Silvestre de Sao Paulo. Sin embargo, Rosa Mota es considerada como la estrella menor del cuarteto dominador de la distancia de Filípides. Al fin y al cabo, no es ni campeona mundial, ni campeona olímpica, ni plusmarquista mundial.

1987:
Mota decide irrumpir en una nueva dimensión. Beneficiada por las circunstancias (Kristiansen decide competir en 10.000 m, Benoit es baja por maternidad y Waitz está lesionada), la portuguesa afronta en Roma una durísima prueba (73% de humedad). Pese al terrible índice, Mota atacó a los 5 km. Sólo la australiana Lisa Martin aguantó su ritmo 21 km más. Como resultado, el oro de Rosa Mota en Roma (2:25:17) comportó una diferencia abismal respecto a la 2ª clasificada: la soviética Zoya Ivanova entró en meta 7' 21'' después, la diferencia más grande jamás lograda en unos mundiales o Juegos Olímpicos.

1988:
El reto de Mota es grandioso: conquistar el oro olímpico en Seúl y convertirse así en el primer ser humano en ostentar simultáneamente los títulos europeo, mundial y olímpico de maratón. Antes de la final olímpica coreana, Rosa corre un único maratón, que por supuesto gana: la prestigiosa carrera de Boston (2:24:30). El 23 de septiembre y ya en Seúl, las tortuosas condiciones dejan a Roma en un paraíso: 92% de humedad y ni una sola sombra en todo el recorrido. Rosa Mota capta enseguida el mensaje de los elementos: pese a ser la favorita, no se descuelga de inicio como de costumbre, sino que se resguarda en el pelotón de cabeza compartiendo las funciones de liderazgo. Aun así el ritmo es impresionante; estamos en año olímpico y todo el mundo se ha preparado excelentemente. A los 10 km el pelotón de cabeza lo componen 21 corredoras. A los 20 km 13 y a los 30 km sólo 4: la aussie Lisa Martin, la alemana oriental Katrin Dorre y la soviética Tatiana Polovinskaya, quien en el km 36 queda descolgada. 2 km después, Rosa aprieta. En el 40 ya logra 14'' de ventaja respecto a Martin y Dorre, diferencia que mantiene hasta la línea de meta: oro con 2:25:40. Martin se hizo con la plata (2:25:53) y Dorre con el bronce (2:26:21). Rosa Mota está en la cúspide; de 13 maratones disputados en su vida, ha ganado 10. Y los 6 últimos, seguidos.

1989:
Año modesto para Mota, pues no logra terminar el maratón de Osaka y tampoco gana el de Los Angeles (2ª en 2:35.27).

1990:
La lusa se desquita el 28 de enero en Osaka (vence en 2:27.47) y el 16 de abril gana su 3º Maratón de Boston con el tiempo más rápido de todo el año: 2:25.24. Para cuando llegan los Europeos en Yugoslavia, Mota vuelve a estar plena de moral y emplea la misma táctica que en Roma ’87: abre una brecha de 10'' antes de que los participantes abandonen el estadio de Split. La diferencia llega a incrementarse hasta 1' 43'' a los 20 km y todo parece decidido a favor de la multicampeona. Pero Rosa descubre que el recorrido por la capital dálmata tiene sus muros: la soviética Valentina Yegorova le da alcance en el km 35. Entonces Mota tiró de casta y volvió a abrir otra brecha, ya mínima. El resultado se saldó con el 3º oro continental para Rosa Mota (2:31:27). Yegorova, plata (2:31:32) y la francesa Lelut, bronce (2:35:51).

1991:
Sus problemas de ciática se intensificaron y, pese a imponerse en el maratón de Londres, no pudo concluir el de los mundiales de Tokyo ’91.

1992:
Tras retirarse de la prueba en la capital británica, la mejor deportista portuguesa de todos los tiempos decidió retirarse de la alta competición.

Por SERGIO HERNÁNDEZ-RANERA.

retirado do site http://www.runners.es/

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2 comentários:

MPaiva disse...

Apesar de ver nela uma enorme campeã, parece-me que o palmarés de Rosa Mota é inferior ao de outra atleta portuguesa que me parece, ela sim, a melhor desportista de todos os tempos: Fernanda Ribeiro.
Apesar disso, a Rosa é especial.

abraço
MPaiva

NS disse...

Viva Miguel,

A meu ver não se pode comparar a Rosa com a Fernanda, pelo simples facto de se terem destacado em provas diferentes. Uma foi essencialmente maratona e outra, sendo mais completa, destacou-se fundamentalmente em pista (3000m, 5000m e 10000m).

É certo que a Fernanda tem mais títulos (fez várias dobradinhas de medalhas em 5k/10k), mas também beneficiou do facto dos Mundiais na década de 90 terem passado a ser de 2 em 2 anos.

Se limitarmos a questão aos Jogos Olímpicos, elas empatam, ouro e bronze para cada uma delas.

Há um pormenor que dou de barato. Provavelmente o maior feito do desporto português foi a Fernanda Ribeiro que o fez, ao bater a extra-terrestre Wang Junxia em Atlanta. Mas as 2h25 em Roma naquelas condições climatéricas e em solitário também merecem constar num top five dos grandes feitos.

abraço
NS